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Técnicas de relajación para el estrés de opositar

Hace poco hablábamos de cómo prevenir y relajarse ante el bloqueo mental. Pues bien, si no lo has sabido prevenir, y ya estás sintiendo el bloqueo, o peor aún, el estrés en tus propias carnes, te ofrecemos un puñado de técnicas de relajación para hacerle frente y eliminarlo. Puede ser por muchas causas: vas muy justo de tiempo y no sabes si vas a llegar a sabértelo todo para el examen, mucho ruido en casa o en tu lugar de estudio, o acabas de terminar el examen y te ha salido fatal.

En ocasiones este estrés va más ligado a temas económicos, por ejemplo si estás atravesando una mala etapa y necesitas aprobar sí o sí para trabajar. O quizás ya estás trabajando (además de estudiar) pero el ambiente en el trabajo no es bueno. Por citarte otra causa muy común, eres mamá opositora y tienes hijos, trabajo, tareas del hogar… ¡menos mal que estamos aquí para relajarte!

¿Qué técnica me conviene más?

Según el tipo de vida que lleves, pero sobre todo según tu carácter y forma de ser, te va a convenir una técnica más que otra. Si eres nervios@ o te alteras con facilidad, te recomendamos meditación y respiración profunda. Por otro lado, si eres propens@ a depresiones necesitarás las relacionadas con el ejercicio físico. Hagamos una breve descripción de cada una para después en posteriores entregas, analizarlas más a fondo:

herramienta estudio

1. Meditación, la técnica de religión para opositores

Básicamente se trata de sentarse en un lugar cómodo y respirar profundamente mientras repites para ti mism@ frases como: ‘estoy tranquilo’, ‘me relajo’, o ‘estoy en paz’. Hay que intentar respirar profundamente, cogiendo el aire desde el abdomen. Al principio cogeremos el aire de los pulmones y el pecho, pero poco a poco, aprenderemos a relajarnos y a respirar desde más abajo. Con este primer tipo de meditación buscamos encontrarnos a nosotros mismos, conectar con nuestra mente, o como puedes comprobar en este video, llegar a la paz mental.

2. Visualización o imaginación guiada

Imagínate un lugar en el que haya mucha paz. Puede ser una playa paradisiaca, un prado o el salón de tu casa cuando has acostado a tus hijos.  Cierra los ojos para profundizar en esta imagen o lugar que has elegido, procurando oler las flores, tocarlas, e incluso saborearlas (ahora hay ensaladas de flores, sí). Déjate llevar y date una vuelta por el jardín… ¿a que te has relajado? Este video de Un Universo Mejor también te ayudará a ponerte en situación:

3. Relajación muscular progresiva

Aquí se trata de poner todos tus músculos en tensión, para luego relajarlos. Esta técnica también se conoce como de Jacobson, el médico estadounidense que le dio nombre en la década de 1920. Normalmente vas relajando distintos grupos de músculos cada vez. Te sitúas en un lugar cómodo, en una posición natural, y vas apretando tus diferentes músculos durante ocho o nueve segundos cada uno.

Así consigues relajación física por encima de la mental. Cuidado si has tenido lesiones concretas, evita dichos músculos o bien habla con un especialista. En este video el psicólogo David Sánchez nos presenta una de sus sesiones:

4. Relajación autógena

Esta última técnica de relajación coge un poco de la meditación, y otro poco de la relajación muscular progresiva. Le puso nombre el neurólogo alemán Johannes Heinrich Schultz, y se basa en seis sensaciones físicas que tendremos que aprendernos: pesadez,  calor, pulsaciones, respiración, abdomen y mente. Iremos repasando nuestras partes del cuerpo, repitiéndonos lo siguiente: ‘mi brazo es muy ligero’.

Esto para las extremidades y partes de tu cuerpo. Una vez acabemos con la pesadez, pasaremos al calor: ‘mi mente está fría’. Y así sucesivamente.

Como conclusión, diremos es necesario tener algo de estrés en situaciones como las de un examen. El estrés es lo que nos hace superarnos y aprender en situaciones límite como cuando estás buscando trabajo o te examinas del carné de conducir.

Pero no confundamos este estrés puntual con uno de tipo crónico. Si tienes este último deberás ir a un especialista. Una de las mejores formas de evitar cualquier tipo de estrés es prevenirlo, estudiando con tiempo y con una buena planificación, como la que te proporciona nuestro Método Gokoan. Keep Calm!

  • Temario.
  • Test y recursos variados.
  • Planificación de estudio inteligente.
  • Actividades que te ayudarán a facilitar el aprendizaje.